Diferencias entre nombre de dominio, URL y dónde se aloja tu web

¿Cuál es el nombre de tu dominio? ¿Cuál es el nombre de tu sitio web? ¿Cuál es la dirección de tu web? ¿Dónde está alojada tu web? ¿Cuál es tu URL? ???? Si justo estás empezando a pensar que necesitas una web, ya debes saber que necesitas un nombre de dominio para crearla pero, ¿tienes claro la diferencia entre todas las preguntas anteriores?

Tranquilo, tras leer esta entrada verás que este tema es bien sencillo.

El objetivo de esta entrada es precisamente responder a tus preguntas y explicarte qué es y cómo funciona un nombre de dominio, una URL y los servicios de alojamiento. Así que, sin más preámbulos, empecemos por el principio.

Internet y los navegadores

Internet es una red gigante de ordenadores conectados entre sí a través de una red global de cables. Cada ordenador de esta red puede comunicarse con otros ordenadores.

Para identificarlos, a cada ordenador se le asigna una dirección IP. Esto es, una serie de números que identifican una computadora en particular dentro de Internet. Así, por ejemplo, una dirección IP es 172.217.16.238

Una de las formas más sencillas para acceder a los distintos ordenadores que están interconectados a través de internet es usar un navegador Web.

Un navegador Web es un programa que tienes instalado en tu ordenador y que te permite acceder a archivos de distintos lugares de Internet o cualquier otra red informática. Para ello, cada uno de «esos lugares» (los servidores web) dispone de unos programas que permiten acceder a sus archivos. Y los navegadores web interpretan y visualizan la información que encuentran en dichos archivos. Es decir, básicamente, un navegador web te permite visitar páginas web que están «alojadas» en servidores web y hacer actividades en ellas.

Y como bien sabes (si no, no estarías leyendo esto), el elemento más importante de cualquier navegador es la barra de direcciones que es donde puedes indicar cualquier dirección de internet.

Barra de direcciones de un navegador.
Barra de direcciones (adress bar, en inglés) de un navegador. Prueba a poner la dirección IP 172.217.16.238 en tu navegador y ya verás a dónde te lleva.

Los nombres de dominio

Pero está claro que si tuvieras que acceder a cualquier sitio de internet indicando su dirección IP en un navegador…

Intentado recordar el número de IP de una web.

Menos mal que, precisamente para evitar este problema, en 1983 se inventaron los nombres de dominio. En vez de necesitar recordar una ristra de números separados por puntos, sólo debes recordar un nombre de dominio. Por ejemplo: creando.com.bo.

Junto con el Sistema de Nombres de Dominio, se crearon las primeras formas de extensiones de dominio, también conocidas como Dominios de Primer Nivel (TLD) y que inicialmente eran .com, .net, .edu, .mil, .gov, y .org, en un intento de categorizar los nombres de dominio en grupos. Luego, a este grupo también se le añadió .int. Y la cosa ha seguido creciendo.

Como norma, si tu web es de una empresa que quieres que tenga una visibilidad global, seguramente deberías tener la extensión .com, pero si quieres mostrar una imagen más local, podría tener sentido tener la extensión de tu país (.es, .uk, .fr, .de, .us, …).

¿Cómo funcionan?

De forma muy simplificada: cuando en tu barra de direcciones del navegador introduces el nombre de un dominio, éste, primero envía una solicitud a una red global de servidores que forman el Sistema de Nombres de Dominio (DNS).

Estos servidores se encargan de traducir el nombre indicado a una dirección de IP y reenviar la solicitud al servidor web con esa IP. IP que seguramente corresponde a un ordenador de una empresa de alojamiento de webs (hosting, en inglés) y en él está instalado el software necesario para que en cuanto le llega la solicitud, entregue la información asociada con ese nombre de dominio a tu navegador.

¿Cómo se registran?

Para que el Sistema de Nombres de Dominio sepa identificar a qué dirección de IP corresponde un nombre de dominio se creo un registro único de nombres de dominio. Inicialmente estuvo controlado por el gobierno de Estados Unido pero en 1998 se creo una organización sin ánimo de lucro, la Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet (ICANN) para encargarse de administrar un sistema único de nombres de dominio.

ICANN ha autorizado a un determinado número de empresas registradoras de nombres de dominio a vender nombres de dominio en su nombre. Estas empresas están autorizadas a vender, administrar, renovar los registros y transferirlos a otros registradores.

Por lo tanto, para registrar un nombre de dominio puedes hacerlo directamente comprándolo en un registrador oficial de nombres de dominio que puedes encontrar en la Lista de Registradores Oficial (por ejemplo, Domain GoDaddy o Nominalia, entre otros).

Otra alternativa es hacerlo directamente a través de la empresa que contrates para alojar tu web. Muchas de ellas ofrecen el servicio de hacer la solicitud de registro de dominio donde corresponda. La ventaja de hacerlo a través de una empresa de hosting es que te permite administrar ambos servicios bajo una misma cuenta y, además, no tienes que preocuparte de la configuración del servidor de nombres para tu dominio.

¿Qué nombre de dominio necesito?

Queda claro que si quieres crear una nueva web deberás comprar un nombre de dominio. Y la elección del mismo no deberías tomártela a la ligera. El nombre de dominio de te web debería ser un nombre asociado a tu marca y negocio y que, con suerte debería durar mucho tiempo.

Además, según Rand Fishkin,  los nombres de dominio influyen en el posicionamiento y tienen un gran ratio de clics a resultados de búsquedas en Google o en redes sociales. Finalmente, no te olvides de que debería ser un nombre fácil de recordar por las personas para que te encuentren rápidamente.

¿Cuáles son las principales recomendaciones u opciones a la hora de elegir un buen dominio? Tal y como te explico en la elección del dominio de tu web, las recomendaciones principales son:

  • que sea una marca: puede ser una marca personal (como el nombre y apellido de alguien), la marca de una empresa (como es nuestro caso) o la marca de un producto,
  • o que sean palabras clave: que te pueden ayudar a buscar un posicionamiento más rápidamente, como por ejemplo, buscopiso.comlamparayluz.es, etc.
  • o que sean una combinación de las dos opciones anteriores,
  • que tenga una estructura lo más sencilla posible: que sea corto, limpio, claro y de fácil pronunciación, y
  • que utilice la extensión apropiada.

Las URLs

Muchas veces habrás visto usar indistintamente el concepto nombre de dominio con el de URL. Pues aunque pueden parecer muy similares, no son exactamente lo mismo. Veamos las diferencias.

Una URL es la dirección completa que se utiliza para localizar una página web determinada y está formada por un esquema (http:// o https://), seguido por el nombre de dominio y la ruta a la página que se quiere leer. Adicionalmente puede tener otros parámetros y anclajes:

Partes de una URL (fuente: Undestanding URLs)

Así, por ejemplo, la URL https://creando.com.bowordpress/cuales-son-las-ventajas-de-invertir-en-un-diseno-web-de-calidad/ es la dirección de esta entrada e incluye el nombre de dominio creando.com.bo que nos está identificando nuestra organización, seguido de información adicional sobre el idioma (en nuestro caso, una subcarpeta), y de la dirección de un artículo del blog.

Evidentemente, si sabes el nombre de dominio de una empresa, la página principal seguramente corresponde al schema (http:// o https://) seguido de ese nombre. Así que es normal que puedas usar el nombre de dominio, la dirección web o la URL de tu empresa de forma indistinta. Pero como ves, no son exactamente lo mismo.

El alojamiento web

Un sitio web se compone de diferentes archivos tales como páginas HTML, scripts, imágenes y más. Cada uno de estos archivos tiene una URL única. Y todos ellos se alojan en uno (o varios) ordenadores que son los que llamamos servidores web, que son propiedad o están gestionados por una empresa de alojamiento web o hosting.

Siempre que crees una nueva web necesitarás comprar, por un lado, un nombre de dominio y, por otro, algún sitio donde alojarla que se encargue de servir las páginas de tu web cada vez que alguien escriba tu nombre de dominio en su navegador.

En caso de que hayas comprado el nombre de dominio en una empresa distinta a la empresa que se va a encargar del alojamiento de la web, tendrás que editar la configuración de tu nombre de dominio en el registro e introducir la información del servidor de nombres proporcionada por tu empresa de alojamiento. La información del servidor de nombres sirve para definir dónde enviar las solicitudes de los usuarios que acceden a tu nombre de dominio.

Conclusión

Como ya has podido ver, el nombre de dominio, tu URL y donde se encuentra tu web alojada son conceptos distintos que no deberías confundir.

Así que antes de crear una web, selecciona un nombre de dominio relevante con el que puedas convivir muchos años y asegúrate de buscar el servicio de alojamiento que más se ajuste a tus necesidades.

Imagen destacada de Kelly Sikkema en Unsplash.


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