Las marcas se transforman: del Storytelling al Storydoing

El masivo acceso a internet y la consecuente proliferación de las redes sociales han generado un gran impulso para pasar de la época del Storytelling a la del Storydoing.

Por: Alejandra Durán / Directora General de Big Brands Bolivia

La Humanidad atraviesa una etapa donde la tecnología está cambiando radicalmente la manera de vivir. Una etapa en la que desde el mundo de las marcas pasaremos de contar historias que comuniquen emociones, a directamente emocionar a través de acciones concretas que conecten audiencias. Sin embargo, hay cosas que no cambiarán y generarán la diferencia absoluta para los próximos años: 1) la creatividad, 2) la manera de enfrentar los problemas y 3) la capacidad de conectar personas.

Según el holandés Victor Küppers, doctor en Humanidades, “la inteligencia está sobrevalorada, ser amable tiene mucho más mérito”. Cuando desarrollamos marcas en Big Brands somos testigos de ello: las marcas verdaderamente amables son las que cautivan a sus públicos y lo fidelizan, las que se “conectan” con él. Pero, claro, nos referimos a la amabilidad que se da los 365 días del año y no la que de pronto aparece como por arte de magia cuando se van a lanzar nuevos productos o cuando se desarrolla una campaña comercial sobre todo en fechas especiales donde el único y principal propósito de las firmas, es vender. Aunque esos mensajes se disfracen de emociones con lindas gráficas y frases emotivas, el cliente percibirá y sabrá diferenciar con su reciprocidad a las marcas que se esfuerzan por “conectarlos” de forma coherente y consistente. Y es que las firmas más prósperas son aquellas cuyo objetivo es aportar con valor real en la vida de su público, mientras que aquellas que solo persiguen el lucro terminan en el círculo vicioso y desgastado de promociones y descuentos.

El masivo acceso a internet y la consecuente proliferación de las redes sociales han generado un gran impulso para pasar de la época del Storytelling a la del Storydoing. La comunicación se ha democratizado y si antes una opinión era emitida públicamente por quienes tenían el privilegio de tener contactos en los medios, hoy en día es posible hacerlo gracias a las redes sociales, ¡basta un simple click! Pero entonces vemos que es muy importante racionalizar, que en la nueva realidad ya no será suficiente “decir”, ahora para destacarse es más valioso “hacer” y, sobre todo, “hacer las cosas de la mejor manera”.

Se habla tanto de la “experiencia del cliente”, de cómo construir marcas amadas, de “estrategias digitales exitosas”, de generar innovación, de conectar… Lo cierto es que en este mundo cada vez más intoxicado de exceso de información en el que se sacrifican inmensos presupuestos de las empresas, que persiguen desesperadamente poder captar la atención de los consumidores, quien marcará la verdadera y gran diferencia en una marca será la voz que, además de “decir”, enfoque sus recursos en “HACER” y, claro está, logre ser efectivo con el mismo o mejor grado de calidad aquello que dijo.

Las marcas necesitan ser “relevantes” para conectarse con sus seguidores. Hoy en día, el peor castigo que puede recibir una marca es la irrelevancia. De acuerdo, con Havas, la multinacional francesa de publicidad y relaciones públicas, el 58% del contenido de las marcas es insignificante para la audiencia y en caso que el 77% de las marcas desaparezcan, a las personas no les importaría. Es momento que las marcas comprendan que si desean ser importantes para las personas, las personas deben ser primero auténticamente importantes para las marcas, y no verlas simplemente como agentes económicos. Así y solo así se empezará a generar una verdadera conexión que va mucho más allá de la visión comercial cortoplacista que se da al concretarse la transacción de una venta. Las marcas deben enfocarse en construir una relación con su audiencia, y trabajar para enamorarla día a día, si lo que buscan es “casarse” con ella (fidelización). Caso contrario, las marcas que no estén dispuestas a construir relaciones serias con su audiencia, serán como esas relaciones fugaces donde se acuestan una noche y al día siguiente cada uno es libre de tomar nuevas decisiones.

Definitivamente, hoy ya no es suficiente comunicar, hoy el mundo necesita buenos hacedores coherentes con el propósito de sus empresas.

FUENTE: https://www.economy.com.bo/analisis/4048-del-storytelling-al-storydoing